Estos días he estado ausente por motivos académicos que ahora no vienen al caso. Esos mismos motivos han hecho que mi producción de cara a las aportaciones al blog haya sido nula, cero, principalmente porque no he tenido tiempo para escribir nada medianamente decente. Por eso, en esta ocasión, la entrada no consiste en la aportación de una creación original, sino en una recomendación.
El poema que se transcribe a continuación, el archiconocido "Me basta así" de Ángel González, es con mucho mi poema favorito. No por una concentración de símbolos especialmente evocadora, ni por la utilización equilibrada de los recursos y figuras poéticos, ni por su ritmo (tiene más del que parece a "primera leída"), sino por la idea central, por la idea madre de todo el poema, la cual es sin duda la cosa mas hermosa que se puede decir a una mujer -por su parte, el ser más hermoso sobre la faz de la tierra (guiño)-.
El poema que se transcribe a continuación, el archiconocido "Me basta así" de Ángel González, es con mucho mi poema favorito. No por una concentración de símbolos especialmente evocadora, ni por la utilización equilibrada de los recursos y figuras poéticos, ni por su ritmo (tiene más del que parece a "primera leída"), sino por la idea central, por la idea madre de todo el poema, la cual es sin duda la cosa mas hermosa que se puede decir a una mujer -por su parte, el ser más hermoso sobre la faz de la tierra (guiño)-.
Porque no es posible, al menos yo no lo concibo, llevar la pasión y la admiración por una persona a un lugar más elevado que al que las lleva en este poema Ángel González. Esta idea central consiste, a mi entender, en decirle a otra persona que su existencia y su amor le convierten a uno mismo en un ser que trasciende, ya no lo humano, sino lo divino, en un ser liberado de deseos y anhelos terrenales, alguien completamente en paz. En definitiva, es la muestra del amor infungible más acojonante que jamás leí.
Cada vez que leo este poema pienso en ella. No os asustéis. Con ella me refiero a la mujer que en su día inspiró su redacción. Todos los poemas de amor tienen su musa. La de Ángel González tenía que ser de otra galaxia. ¿Nunca os habéis preguntado por "ellas"?¿Por esas mujeres capaces de liberar al poeta y llevarlo a las cotas más altas? Estaría bien que se plantease un debate acerca de la inspiración en este foro ... guiño, guiño; piso, piso .... ;)
Disfruten ...
Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
—de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso—;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando —luego— callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta).
Ángel González
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